Fundació Tàpies
El proyecto pretende contribuir a consolidar una nueva generación de museos entendidos como centros de producción cultural, planteando una espacialidad múltiple, adaptada a la diversidad de las prácticas artísticas, a la demanda de equilibrio termodinámico, a la puesta en valor del patrimonio heredado y a la disolución atmosférica en favor de la intensificación de la experiencia del visitante. Incorpora otra pieza de Tàpies –Mitjó (Calcetín, 2010)– y una cubierta ajardinada que abre el museo a nuevos diálogos con el patio de manzana del plan Cerdà.
En términos medioambientales, la ampliación supone una mejora sustancial de la iluminación natural del edificio original y del factor de forma del conjunto, englobando la intervención en un volumen único en beneficio del control y reducción de los intercambios energéticos.