Atelier Albert Oehlen
Una pequeña construcción en un terreno muy inclinado, casi permanentemente nevado, da pie a un volumen prismático blanco que se incrusta en el terreno hacia el norte y vuela sobre el paisaje hacia el sur, alojando una nave diáfana como taller del artista y un semisótano dedicado al almacenaje. Un gran ventanal abre el taller al paisaje mientras dos lucernarios se encargan de la luz cenital. El proyecto busca con sus acabados industriales, volúmenes y coloración blanca una mímesis razonable con las construcciones residenciales a su alrededor y el paisaje nevado de la zona de Saint-Gallen.